1. La funcionalidad.
El ERP que contrates ha de resolver la mayor cantidad de necesidades
posible que tenga tu empresa, es decir, de contabilidad analítica y
presupuestaria, de control de los proveedores y del almacén, de facturación,
etc.
2. Posibilidades de futuro.
Siempre debes contemplar el futuro al contratar un ERP ya que cambiar de
sistema puede resultar traumático debido a los costes que supone formar a los
empleados y adaptar los procesos.
3. Experiencia.
La empresa elegida debe tener experiencia en el sector y poder demostrar
resultados en otras compañías similares a la tuya. Piensa, en este sentido, que
el precio no lo es todo.
4. Tiempo de implantación.
Decántate por la opción más rápida siempre y cuando te ofrezcan garantías.
Ventajas de contratar un ERP
1. Eficiencia.
Un ERP ofrece la posibilidad de unificar, en un solo sistema, todas las
operaciones de las pymes. Por lo tanto, la realización de las tareas
administrativas y contables es mucho más rápida y ágil.
2.
Rentabilidad.
Está demostrado que cuando una empresa ejecuta sus procesos de forma
eficiente, la rentabilidad aumenta ya que los empleados pueden volcar sus
esfuerzos en lo realmente importante: obtener beneficios.
3. Mayor capacidad
operativa.
En la misma línea que lo anterior. El tiempo que ahorra un sistema ERP
puede ser usado para captar nuevos clientes o fabricar más productos, por
ejemplo.
4. Mayor
competitividad.
Al ahorrar en costes a largo plazo, las pymes pueden ofrecer productos a
precios mucho más competitivos.
Puntos fuertes de un ERP
1.
Simplifica los desafíos.
La correcta implantación de un sistema ERP repercute en una mayor
eficiencia y, consecuentemente, en que los retos planteados a tu empresa sean
mucho más sencillos de superar.
2. Futuro.
Toda mediana o gran empresa, antes o después, necesita un ERP debido a la
complejidad de los procesos que ha de llevar cabo.
Inconvenientes de un ERP
1. Fuerte inversión inicial.
Los sistemas ERP pueden resultar francamente costosos en un principio y
necesitar de un tiempo para ser amortizados.
2. Difícil implantación.
Si tu empresa no está preparada, es posible que tengas que realizar
profundos cambios en los procesos necesarios.
3. Complejidad.
A pesar de que se ha mejorado mucho en los últimos años en este sentido, manejar un software ERP requiere de formación y constancia.
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